miércoles, 5 de noviembre de 2014

Solía convencerme cada noche diciéndome que esta vez era la definitiva, que no volvería a buscar tus labios en este laberinto al que algunos llaman amor. 
Solía mentirme diciendo que no quería ser el motivo de cada una de tus sonrisas cuando en realidad me moría de ganas por hacerte sonreír una vez más. 
Solía creer que era fuerte, que me había caído demasiadas veces como para haber aprendido la lección. Solía planear como esta vez no me dañarías más. 
Pero una vez más me equivoqué y volví a entrar en ese círculo que nos atrapa y no nos deja salir. Una vez más caí en la profundidad de tu mirada y quise entender que tus palabras pronto se convertirían en actos. Una vez  más puse toda mi confianza en ti y como no, una vez más, perdí.

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